Si tuviéramos que decir en pocas palabras en que consiste la Ley de Atracción, pues lo definiríamos como aquella capacidad para atraer todo aquello que deseamos tener a nuestras vidas con el poder del pensamiento.
Todo el mundo está sujeto a la ley de la atracción ya que ésta forma parte de las leyes que rigen el universo. Independientemente de nuestras creencias, nacionalidades o incluso la edad que tengamos, todos están bajo el imperio de dicha ley.
De todo lo anterior podemos extraer que gracias a esta ley todas las personas podemos conseguir todo aquello que nos proponemos a través de nuestros sueños y propósitos. Solo lo tenemos que desear con todas nuestras ganas.
Desde luego que esta ley es uno de los mayores misterios que podemos encontrarnos en la vida. Realmente no nos damos cuenta como nos afecta a nuestra vida sin ser conscientes de ello.
Básicamente somos receptores de los deseos, emociones y pensamientos que enviamos al exterior, los cuales a veces se cumplen con creces.
En nuestro interior tenemos encerrado un gran potencial que aún desconocemos y no sabemos canalizar de forma controlada nuestros pensamientos para conseguir lo que perseguimos. Al contrario, enviamos erróneamente deseos sin saber muy bien lo que vamos a recibir, que por lo general va a ser algo negativo.
Aún estamos a tiempo de descubrir la ley de atracción y desde ese momento, un punto de inflexión marcará nuestra vida. Podremos aprovecharnos de ello y modelar nuestro futuro como queramos que sea.
Desde tiempos ancestrales los hombres que eran conocedores de esta ley, la han utilizado en su propio beneficio y de sus pueblos.
Personajes históricos de la talla de Beethoven, Shakespeare, Blake, Emerson o Newton han hecho uso de la ley de atracción y como tal han dejado parte de ese legado a través de su obra.
Si miramos a lo que ocurre hoy en día, algunas personas conocidas como Arnold Schwarzenegger, Denzel Washington, Oprah Winfrey o el propio Jim Carrey están usado la ley como un código de vida a seguir.
Desde nuestro punto de vista lo más difícil es la de reconocer y aceptar la existencia de la ley de atracción como parte de la vida. Es común que muchos no crean en ello debido a las dificultades o duros golpes que han pasado a lo largo de su existencia.
No obstante una vez que la abraces como una ley universal, comprobarás como una gran energía positiva inunda tu cuerpo. Volverás a tener una sensación de libertad y esperanza donde antes había ansiedad, miedo o negatividad que te impedía crecer como persona.
Ahora que ya sabes de que trata la ley de atracción y porque todo el mundo habla de ella, ha llegado la hora de saber cómo aplicarla a nuestra vida y comprobar por nosotros mismos que realmente funciona como un polo magnético de energías positivas.
Empieza a usar estas 7 técnicas de la ley de atracción para que las cosas buenas te sucedan.
Ante todo debemos de tener ciertas actitudes positivas hacia la vida para poder llegar a nuestros objetivos. Desde luego que el negativismo no va a servir de nada en nuestro cometido. Si queremos atraer cosas buenas a nuestra vida debemos elegir constantemente pensamientos positivistas.
Ante todo debemos saber cuál es nuestro objetivo principal, es decir saber lo que queremos conseguir. Para ello tendremos que ir fijando metas objetivas y realistas para cumplirlas. No importa tanto el tamaño de nuestra meta sino que pueda ser alcanzada.
Este es uno de los pasos más importantes dentro de los poderes de la mente, visualizar lo que se quiere y como el universo nos lo va a ofrecer. Cuanto mayor sea nuestra capacidad de visualización antes llegarán los resultados y con creces.
Debemos tener nuestra cabeza bien organizada para la consecución del objetivo u objetivos. Plantéate la siguiente cuestión, ¿Qué es lo que más te importa en esta vida?, una vez hecho esto escribe y contéstate mentalmente o en un papel las 10 cosas que realmente le das más importancia.
Deberíamos de dar las gracias todos los días por las cosas que tenemos en nuestra vida. Nunca podremos alcanzar las cosas buenas que nos tiene preparado el universo si realmente no sabemos agradecer lo que tenemos.
Las afirmaciones poderosas son como mantras que se repiten todos los días para tener nuestros objetivos bien definidos y que no se nos olviden.
Por ejemplo si uno de nuestros objetivos es atraer el dinero o la abundancia, podemos repetir diariamente "Soy económicamente independiente" o "No tengo porque trabajar lo hago porque quiero".
Este tipo de afirmaciones se deben de convertir en un hábito, leyéndolas todas las mañanas por ejemplo como frases motivadoras en nuestro teléfono a modo de imagen.
Hay una cosa muy importante que debemos cumplir aunque nos cueste mucho, como la de deshacernos de cosas que no nos sirven o son un lastre en nuestra vida, para ello debes de identificarlas y dejarlas ir. Tenemos que dejar sitio para que las cosas buenas vayan entrando y llenado nuestra vida.
Lo bueno debe rellenar las fuentes de infortunio de tu vida.