¿Qué es el ocultismo?
Es indudable que la palabra o término "ocultista" se emplea muchas veces en un sentido equivocado, tanto por defecto como por exceso. Con frecuencia hemos visto englobar dentro del ocultismo a disciplinas tales como la parapsicología o la ufología que, aunque en algunos de sus tortuosos caminos puedan derivar a tendencias ocultistas, en principio deben estar alejadas del supuesto ocultismo de las tradiciones esotéricas.
Tradiciones que, por otra parte, se han llevado algunas veces a terrenos de ocultamiento e inaccesibilidad que, en un excesivo recelo (comprensible en cierta manera), las han alejado de todo aquel al que no se consideraba un iniciado o alumno.
Pero, ¿qué significa en la actualidad la palabra ocultista aplicado a una enseñanza, a un elemento, e incluso a un individuo? De manera general, se aplicaría hoy a lo destinado a un círculo restringido de oyentes, ya que necesita una determinada "preparación" para ser entendido. Pero resulta evidente que esto se queda en lo superficial, antítesis de todo presunto esoterismo, por sencillo que éste sea.
Ocultista sería todo aquello hermético, cerrado debido al uso de determinados símbolos, escrituras secretas, ciclos cósmicos y telúricos, iniciaciones a las ciencias ocultas, uso de numerología, etc.
Y sería además, y esto es lo más importante, todo aquello que por medio de disciplinas iniciáticas busca el conocimiento metafísico. De aquí que del misticismo a la espiritualidad haya un sólo paso. Pero, ¿es el místico un ocultista? La búsqueda de la divinidad, ¿implica deslizarse por los tortuosos caminos de las sendas iniciáticas? El tema sería objeto de mucha controversia.
No deberíamos confundir tampoco espiritualidad con espiritualismo. Según la filosofía, el espiritualismo sería una especie de doctrina o secta, opuesta por lo general al materialismo o al sensualismo. La verdadera espiritualidad o misticismo sería la búsqueda sincera y sutil de la luz, de la sabiduría; la primacía del sentimiento sobre la razón, la sensación metafísica de que el mundo se halla constituido en su fondo último por lo espiritual.
Para algunos, lo espiritual estaría identificado con lo psíquico; para otros, sería lo equivalente a lo inmaterial, para otras personas, el espíritu estaría inclusive por encima de toda psique, de toda vida, de toda materia: sería la causa primigenia y el destino final. ¿Qué sorpresas nos esperan en el camino espiritual?
La simple posesión de conocimientos ocultistas o la adhesión a una determinada escuela de pensamiento acortan el camino, pero si nos quedamos en la doctrina sin llevarla a lo cotidiano no completamos la totalidad, y nuestra iniciación se queda en la forma y no en el fondo.
Sigamos, pues, el camino con la certeza de que ver vibrar la vida a nuestro alrededor ya constituye la mayor experiencia mística.